miércoles, 16 de junio de 2010

Y yo que hoy quería hablar de amores...


Y yo que hoy quería hablar de amores,
me veo envuelta en tanto asco social,
títeres de traje creando ilusiones,
a costa de esfuerzos,
de mi gente de trabajo y humildad.

Y yo que quería contar cuán bellos son tus ojos,
me encuentro de pronto con los rojos de ambición
que compran el falso brillo que les dan los medios
y se disfrazan de conejos
cuando sus fieras garras acariciaron lo más bajo,
y roban hasta al mendigo, su dolor.

Y yo que soñaba con besarte despacio,
me despierta esta pesadilla sin igual,
cada uno tiene un margen, que de utilidad, que de gasto,
somos un número para todos los que oficializan
este cuento animal,
vaya ironía la importancia,
que valen más los ceros que aumentan las cuentas
de las personas de aire llamadas empresas,
que las sonrisas de mi gente bella,
que un día más podrían olvidar todas sus carencias.

Y yo que sólo quiero abrazarte,
me veo sumida en la preocupación constante,
el de tener todo el dinero que precise el cielo,
para ganarme tu compañía cada día, al despertar.

viernes, 11 de junio de 2010

Viaje al centro de mí (extracto)


.. Y comprendí tantas cosas, como si de pronto la ceguera de pensamiento se hubiera desvanecido. Y ahí estaba yo, con un pasado lleno de errores, de dolores, de miedos, jugando el juego que otros me habían enseñado, sin saber siquiera si era lo que quería para mí. Y un futuro completamente vacío, pues al librarme de tanta hipocresía me liberé también de mis convicciones, entonces se hacía necesaria la pregunta - ¿Quién quiero ser?-

Cuántos nos hemos hecho esa pregunta a conciencia y más aún hemos tomado la decisión correcta de lo que queremos y por sobre todo lo que NO queremos ser. Sabía que era un tiempo amargo, las idas y venidas de mis ganas y mis ánimos no ayudaban mucho.

Era mi cumpleaños y como nunca antes lo viví prácticamente sola, toda la tarde mirando por la ventana como buscando en el aire respuestas. Vi pasar las horas ahí, lloraba a ratos, a otros ratos sentía el suave sosiego de la esperanza, pero la pena podía más. No he de confundir el motivo, se trataba de pena por mi misma, por lo que habría podido ocurrir. Si tan solo hubieran sigo un par de miligramos más, o quizás unas cuantas horas. La idea de aquello no me dejaba en paz.

La celebración de aquella noche fue más por cumplir que porque lo quisiera, en el fondo solo quería mi soledad. Era el verano más frío que había visto pasar, me calaba hondo, y sentía el esfuerzo sobrehumano de los amigos y de mis padres, por recuperarme, por sacarme una sonrisa y lograr despertarme de esa abstracción en la cual me pasaba los días.

Las visitas al médico eran una constante, las mañanas en el hospital tenían un especial resplandor, de pronto se había vuelto el tiempo atrás y como cuando niña en la clínica de oftalmología, ahora me veía aparecer más al fondo, del brazo de mi madre, sin un camino cierto, solo guiada por ella, como lo hacía también en los años de mi niñez. Los demás pacientes me hacían mantener alerta y no vencerme por el sueño a esa hora, cuántas historias se enlazaban ahí, cuántos dolores, cuánto desprecio, cuánto abandono. Sabía que entre todos yo me encontraba en una situación privilegiada, tenían muchas esperanzas de que lo mío fuera solo temporal, un mal tiempo como diría mi doctor.

La primera vez que vi al médico que guiaría mis pasos recuerdo haber hablado muy poco, solo lo que directamente me preguntaba. Decía que era un milagro que estuviera frente a él, que la vida a veces es injusta, que hay muchos niños que mueren en aquel hospital teniendo todas las ganas de vivir una vida entera, que debía darle una buena razón para justificar tanta maravilla. ¿Qué podía decirle yo?, no lo merecía y lo sabía bien, no había hecho nada magnifico en mis años para poseer un ángel que bajara del cielo a rescatarme. Al despedirme le dije gracias, pero se volvió muy serio y mirándome fijamente me dijo, aún es muy pronto para dar las gracias. Estas comenzando el viaje, no te desvíes y mi pasar por tu vida solo será un breve recuerdo...