jueves, 14 de octubre de 2010

Para ofrecer.


Para ofrecer tengo muy poco,
tengo caminos de lluvia para compartir,
tengo noches eternas, en bares sin fin,
tengo un par de manos que nada saben de arte,
tengo racimos de palabras que nunca parten,
tengo unos ojos que no confian,
ni en lo que puedan reflejar,
tengo unos pies que solo saben caminar,
tengo miedos vanos, pasiones humanas,
razones de color, vida por amor.

No es mucho lo que puedo ofrecer, lo sé,
pero podemos hacer un trato,
pues de mis días puedo hacertelos atardeceres,
también podría darte noches estrelladas,
podría revelarte el secreto de una rosa,
y arrullarte el sueño desvelada.

Con una leve sonrisa a mis flores les devuelves el alma,
¿cómo no he de querer entregarte el mañana?
¿cómo no pretender hacer mias esas miradas?
¿cómo no recordarte en cada canción trovada?

Y mañana quizas me recuerdes,
y camines el amanecer frio restando tiempo,
aguardando el día cada vez más próximo,
ya lo has oido antes,
el viento y el tiempo vuelan más rápido,
cierra los ojos y ya despertarás reflejándome.

No desistas compañero, acabamos de partir,
prende velas al horizonte, mi barca te espera aquí,
para desojar margaritas en invierno,
para hacer un carnaval a tu encuentro,
para recorrer todos tus sabores y leer tus sonrisas,
para declararme rendida, ante tu guerra de caricias.


2007.

No hay comentarios:

Publicar un comentario